...pues ya he vuelto de Cuenca. Un viaje de esos que se pasan en un ''tres y no res'', corto pero muy muy intenso donde he podido pensar mucho, divertirme y disfrutar de paisajes así
un pantano enorme, que al principio me daba un poco de canguele porque no se hacía pié por ningún lado, y nadé de una parte a otra con miedo de ser devorada por una piraña o algún monstruo de las profundidades.
Mi aspecto quemado de la playa derivó en aspecto leproso; ahora es mutante; espero parar de caerme a cachos en menos de una semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario